La Ley de Amnistía de 1977 fue una Ley que podemos estar de acuerdo con ella o no, total o parcialmente.  La Ley de amnistía pactada con los delincuentes del Process no tiene cabida, pues ello supondría dar por sentado que el régimen que los españoles se dieron mayoritariamente en 1978 es un régimen opresor carente de respeto a las libertades políticas y a los derechos de las personas.

ANTECEDENTES LEY DE AMNISTÍA 1977.

La lectura de la Ley de Amnistía de 1977 fue una Ley que podemos estar de acuerdo con ella o no, total o parcialmente, digo parcialmente porque efectivamente se suprimieron todos los delitos tipificados en las leyes franquistas “los actos de intencionalidad política, cualquiera que fuese su resultado, tipificados como delitos y faltas realizados con anterioridad al día quince de diciembre de mil novecientos setenta y seis… (artículo 1)”, y en  el artículo 2 de la Ley de Amnistía de 1977, recoge: a) Los delitos de rebelión y sedición, así como los delitos y faltas cometidos con ocasión o motivo de ellos, tipificados en el Código de justicia Militar, b) La objeción de conciencia a la prestación del servido militar, por motivos éticos o religiosos, c) Los delitos de denegación de auxilio a la Justicia por la negativa a revelar hechos de naturaleza política, conocidos en el ejercicio profesional, d) Los actos de expresión de opinión, realizados a través de prensa, imprenta o cualquier otro medio de comunicación.., todos ellos relacionados con delitos o faltas recogidos o tipificados en Código de justicia Militar y demás leyes de la dictadura, y quizá no justificado los delitos que el mismo artículo recoge en las letras e y f “e) Los delitos y faltas que pudieran haber cometido las autoridades, funcionarios y agentes del orden público, con motivo u ocasión de la investigación y persecución de los actos incluidos en esta Ley,f) Los delitos cometidos por los funcionarios y agentes del orden público contra el ejercicio de los derechos de las personas, pues estos supuestos no se refieren a delitos políticos sino a perdonar, amnistiar a personas que a la sombra del régimen abusaron de su posición para ejercer acciones delictivas contra los derechos de las personas de difícil compresión que fueran amnistiados.

En cualquier caso, en aquel momento, se trataba de un cambio de régimen, de pasar de una dictadura donde los derechos de las personas, en el más amplio sentido, brillaban por su ausencia, a un régimen democrático moderno y completo tal como finalmente el pueblo español pactó en la Constitución de 1978, la cual recoge los derechos de las personas en toda su amplitud y que a la postre nos ha dado más de 45 años de estabilidad y libertad.

NUEVA LEY DE AMNISTÍA DEL PSOE.

Pues bien, en este momento, bajo mi punto de vista, con independencia de las consecuencias para nuestro estado de Derecho (quiebra de este), de una Ley de amnistía para el Process, dicha ley no tiene cabida, pues ello supondría dar por sentado que el régimen que los españoles se dieron mayoritariamente en 1978 es un régimen opresor carente de respeto a las libertades políticas y a los derechos de las personas, y que en consecuencia debe ser modificado por un nuevo régimen que respete las libertades y derecho de las personas, en cuyo caso dicho proceso o cambio de régimen deberá ser aprobado por todas las fuerzas política y por todos los españoles, cuando en realidad, a priori, lo que esta ley pretende es simple y llanamente crear un grupo de personas con privilegios tan serios como posicionarlos por encima de la ley frente al resto de los ciudadanos que si están sometidos al imperio de la ley, y todo a cambio de un puñado de votos y las ambiciones políticas, y por qué no pensarlo, económicas, de un personaje sin escrúpulos que ha basado su carrera política en engaños continuados a la población y a sus votantes acompañado de un grupo de “palmeros” que reproducen los mensajes de su líder como papagayos como si fueran simplemente robots carentes de opinión.